Señor Gobernador electo:
¡Muchas felicidades! Quiero expresarle a
través de estas líneas algunas peticiones con el fin de que el país sea
beneficiado. Cuando usted regrese de sus vacaciones tendrá, como debe
imaginarse, muchas cosas difíciles en las manos que probablemente no sabía que
existían. Abórdelas con el mayor juicio, tomando en cuenta el bien del país, y
no de su reelección.
Imagino que ya en su teléfono habrán
algunos mensajes de voz de aquellos que pusieron “un pesito” en su campaña y
ahora están salivando a ver como guisan. A nombre de muchos en el país le
quiero pedir una cosa: IGNÓRELOS. Dígales que soliciten como cualquier otro,
que el inversionismo político no es parte de su gobierno.
Como usted sabe, los últimos dos
gobernadores han empujado (perdone la palabra) sendos gasoductos que
perjudicaban el ambiente. Así que asumo que algún ocurrente se le acercará con
algún proyecto parecido que genere muchos millones hacia algún bolsillo. He
aquí mi segunda petición: IGNÓRELOS. Dígales que hay organizaciones que ofrecen
ideas mejores sin lucrarse de esa manera.
Yo sé que el equipo de trabajo suyo
quiere que usted tenga la mejor gobernación posible para que usted sea viable
en el 2016. Eso no es nada malo, sin embargo, en los momentos más difíciles de
su mandato, lo inducirán a resolver los problemas como si fueran campañas
publicitarias. Le dirán algunas frases pegajosas para que sirvan de proyectos
emblemáticos y funcionen para la próxima campaña. Por última vez le pido:
IGNÓRELOS.
Finalmente, sabemos que el gobierno
pasado cometió muchos errores; no le pido que los perdone si hubo ilegalidades,
pero la campaña se acabó. Por el bien del país refiera lo que esté mal y el
revanchismo político déjelo para luego. Eso ya nos tiene acabados. Gobierne
bien, para todos, con su corazón, ejerza liderato y le irá bien. ¡Mis mejores
deseos!
*escrito el 11 de noviembre de 2012.
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