miércoles, 24 de marzo de 2010

Desbalance Universitario

Las luchas universitarias, especialmente aquellas que son por el bien de toda la comunidad universitaria, no sólo son buenas, sino que son necesarias para avanzar en la formación de un país de altura. Sin embargo, cuando dejamos que las luchas se conviertan en escenarios protagónicos, se pierde el tiempo, la causa no avanza, y se desaprovechan oportunidades.

En las últimas semanas se ha venido discutiendo todo lo relacionado con las reformas que se deben hacer versus las que se quieren hacer en la UPR, esto a la luz del cambio de presidente de la Universidad. Es necesario decir que aunque las causas que impulsa el liderato estudiantil son justas, su método a la hora de llevarlas es inútil y repetitivo. Las protestas universitarias se han convertido en discos rallados. Sus discusiones estridentes, no sólo hacen más difícil el diálogo, sino que logran darle la razón al grupo de adversarios que están esperando la primera escaramuza para criticar. Su discurso de lucha de clases hace menos comprensible la razón de las protestas.

Cabe preguntarse dónde está la comunidad universitaria en todas estas causas. Es ingenuo pensar que sólo un grupo pequeño, el mismo grupo, tiene algo qué decir al respecto del futuro de la Universidad. Me parece que es ahí donde radica la falla principal de los universitarios: han concentrado su lucha en los medios, en las calles, hasta en las pizzerías, pero no han llevado su voz a la masa. La masa de miles y miles de universitarios que en las asambleas están en los centros comerciales y las playas. La masa que no se aparece en los paros y las huelgas porque sienten que no tiene nada que ver con ellos. La masa que ha sido, por décadas, marginada. La masa que se siente que cada vez que se convoca a una asamblea es para perder clases en una huelga y no para provecho de todos. Si pensamos que estamos en lo correcto, debemos convencerlos a ellos, ganar su confianza.

La comunidad universitaria no se suscribe solamente al liderato. ¿Qué han hecho los líderes por alcanzar a la población de estudiantes nuevos? ¿Qué acercamiento han hecho a las organizaciones estudiantiles? ¿Cuán democráticas son las asambleas? ¿Cuántas opciones se consideran antes de proclamar una huelga? Puede ser que éstas no sean preguntas simpáticas, pero creo que son necesarias para que la lucha universitaria avance.

Cuando tenemos causas importantes, tenemos que llevarlas a las masas para validarlas con la gente que se beneficia de nuestras luchas. El caso de la UPR no se trata de lo justa de la causa, se trata de la metodología. Aprendamos; Gandhi llevaba una causa justa, pero no hubiera logrado su propósito su no hubiera llegado al pueblo, a las masas.
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